Pero antes de esa conversación, antes de despertarme, soñé que Santiago Gándara venía a casa a tomar unos mates y hablábamos de teatro y de teatro de títeres mientras yo secaba los cubiertos. Después leía Kerouac en voz alta, pero no era Kerouac.
Rarísimo.
5 comentarios:
jaja! Santiago Gándara? eso si es muy raro!
saludos
Barbi, sí, raro, no se. Creo que S.G. marcó bastante en mi vida, acaso como algunos docentes más.
Después paso a visitar tu blog. Salutes!
De mi parte, hasta que no me invites a tomar el té en algún sueño tuyo, no me hago cargo de nada...
me queda como consuelo que, si los sueños son absolutamente atemporales, todavía seguís soñando conmigo (donde "ahora" se confunde con "siempre", pero también con "nunca")
Germán: ya te invité. Y sobre todo para que te hagas cargo.
Anonymous: dá la cara y te digo.
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