El sábado fuimos con Irene y Carola, la austríaca, al Colón (antes del cierre temporal). Vimos Boris Godunov de Modest Mussorgsky en versión original, 1874. Aún sabiendo el argumento hasta mitad de la segunda parte no entendía los lazos familiares y las traiciones, es decir, lo más importante. Después, y como a la tercera hora, se fue aclarando el panorama. Me gustó mucho la puesta, incluso, creo, más que la mismísima música.
Variando el espectro ayer, con Vale, vimos La Zapatera Prodigiosa, de Lorca. Primera vez que vamos al Teatro Sarmiento. Pequeñita sala. Y la obra, a cargo del Grupo de Titiriteros del Teatro San Martín, maravillosa. Lo que sí, para niños pequeños, medio difícil seguir el hilo de la historia ya que el texto es original, adaptado por Spinelli. Amo a los titiriteros.
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