tres días con un auto y manejo como un taxista, como dijo mi papá. pero de los taxistas copados: de esos que dejan cruzar a los peatones y cuidan de llevarse puesto a los cartoneros. pero también esquivando domingueros por corrientes, y hasta tocando algún bocinazo. lo que no y por suerte: puteando por la ventanilla, escuchando radiodiez o apoyando el brazo en la ventana en actitud fascista.