El riesgo de habilitar comentarios en sólo algunos post es este: el desfasaje de comentarios. Por ej.: Me da cosita "Les jours tristes". Me siento algo responsable del "mess". Me super divertí el sábado! Gracias.
Igual que a Zinzia, me pasa que quiero comentar justo aquello que vos buscás y/o querés que no se comente, que por lo demás no alcanzo a leer lo que dice en la imagen que pegaste en este post. Entonces, Zinzia por el de abajo, yo por el de arriba, comentamos aquí otras cosas, ya ves somos desobedientes, desordenados, vive l'anarchie y todas esas cosas.
Coincido con vos en que una canción cuyo texto sea previsible es, con casi toda seguridad, una canción más bien pobre y de escaso vuelo. Vuelo poético, quiero decir, porque en su música todas las canciones son finalmente previsibles, y ni qué decirte un vals vienés, por ejemplo, y a pesar de todo el mérito no está en la originalidad de las formas.
¿Y qué hay de un libro, o una película? Es triste cuando todo es previsible, de nuevo el vuelo escaso, la tonta superficie y nada más, yo para eso no pago una entrada ni pierdo el tiempo. Pero por otro lado yo tengo este criterio: si te cuentan el final de una película o un libro, y con eso te arruinan el espectáculo, es porque ese film o esa literatura tampoco valían gran cosa. Es decir que todo valor es relativo. Y también lo es el de la previsibilidad.
En un avión, por ejemplo: ¿qué más puede pedirse que previsibilidad en cuanto a la resistencia de los materiales que lo constituyen? Lo mismo vale para un volcán aparentemente inactivo, o para el pronóstico del clima si uno quiere lavar el auto o hacer un asado.
¿Y de una persona? ¿Qué sería deseable, en este sentido? La pregunta es pertinente, porque son las personas las que construyen aviones, escriben canciones y hacen películas. Y yo creo que es bueno que una persona sea capaz de sorprenderte cada tanto. Pero no que sea imprevisible.
Vos sos, en cierto sentido, la excepción que justifica la regla. Absolutamente imprevisible, al menos ante mis ojos, excepto para cuando de llevar a Nina a tu casa se trató, y en un par de ocasiones más, eso no ha logrado hasta el momento espantarme del todo.
Tal vez sea que sólo en un par de cosas no sos imprevisible. Y acaso se trate de un par de cosas importantes. No lo sé a ciencia cierta. Pero qué importa. ¿O sí?
Prefiero volver a mirar las fotos de París. No sé qué pasa con los correntinos, pero Corrientes me resulta hostil. Tal vez algún recuerdo... En una oportunidad, para la fecha de la Virgen de Itatí, a la altura de Ituzaingo sentí que el auto explotaba. En la noche, una curva, cierto encandilamiento, nos abrimos demasiado a 130 por hora. Y una explosión; nos rozamos con el camión que iba en la mano contraria y reventó el vidrio de la puerta. Mi amiga, que conducía, se llenó de astillas pero salió lentamente de la ruta, con una inesperada seguridad. Y luego pareció desesperarse, recién luego de que estuviéramos a salvo. La admiré por eso. La mujer del camión la roció con agua bendita para que retornara la paz. Y llegamos a la ciudad de Corrientes y nos esperaban con un dorado a la parrilla que estaba un poco crudo. Recuerdo ese Corrientes, como si los hermosos recuerdos de Yapeyú no pudieran entrar en mi memoria asociados con Corrientes.
El censor no admite la censura del autor sin autorización del comentarista, ni la censura del comentario sin el previo aviso al censor. Esto está estipulado en el reglamento de desaparición de las palabras indebidas o superfluas. Nunca en el pronunciamiento de los nombres propios, aunque estos se desvanecieran; como el caso de Carolina, Caro, C., que puede desvanecerse, evanescerse, esfumarse, censurar y censurarse, pero no desaparecer, porque los amigos del barrio, esta vez, no van a desaparecer, para que podamos los demás decir cosas inteligentes, pasajeras, o pavadas (como esta)
Post data ni más ni fuera de lugar que todo lo demás que se ha escrito aquí excepto aquello que:
1) Jorge, te agradezco, pero debo decirte que jamás hubiese esperado de vos la palabra "comments". (!!!) Y que no soy un pasajero de esos cuyos cosos inteligentes parecen pavadas, sino uno de esos cosos cuyas pavadas parecen inteligentes (pero es sólo un efecto pasajero).
Y 2) Caro: Me gusta cuando decís "Carajo". Te queda realmente precioso. (Pero me puse celoso de Sousa.)
Esto de comunicarnos en el carajo de los COMMENTS me parece increíble (*). Inevitablemente, y pese al tiempo, entrar en tomateuntere significa (para mí) la necesidad de entrar a cada "entrada" y recorrerla para saber si continúa el diálogo, y cómo; siempre imprevisible. Qué magia esta donde el carajo se desenvuelve en el delgado límite entre la sensatez y la insignificancia, pero siempre cercano a la desmesura. Me gusta, Caro!! (*) G: digo "comment" como alguien que imita sonidos y signos. Quedaría mal decir "hybris".
Hybris de j.: frecuentemente la ansiedad al entrar en los comments está hecha de la expectativa por tener eso inapreciable: un comment de C. a mi comment. Debo ser sincero, sin desmerecer ni a G. ni a Cyn (o Z.).
17 comentarios:
El riesgo de habilitar comentarios en sólo algunos post es este: el desfasaje de comentarios.
Por ej.: Me da cosita "Les jours tristes". Me siento algo responsable del "mess". Me super divertí el sábado! Gracias.
cyn querida, es otro mess. otro.
cuánto me alegro! yo también me divertí, aunque me rompí el marote.
Aaaahhhh
yo pensé que era el mess de los platos sucios...
¿Te quedó chichón?
Igual que a Zinzia, me pasa que quiero comentar justo aquello que vos buscás y/o querés que no se comente, que por lo demás no alcanzo a leer lo que dice en la imagen que pegaste en este post. Entonces, Zinzia por el de abajo, yo por el de arriba, comentamos aquí otras cosas, ya ves somos desobedientes, desordenados, vive l'anarchie y todas esas cosas.
Coincido con vos en que una canción cuyo texto sea previsible es, con casi toda seguridad, una canción más bien pobre y de escaso vuelo. Vuelo poético, quiero decir, porque en su música todas las canciones son finalmente previsibles, y ni qué decirte un vals vienés, por ejemplo, y a pesar de todo el mérito no está en la originalidad de las formas.
¿Y qué hay de un libro, o una película? Es triste cuando todo es previsible, de nuevo el vuelo escaso, la tonta superficie y nada más, yo para eso no pago una entrada ni pierdo el tiempo. Pero por otro lado yo tengo este criterio: si te cuentan el final de una película o un libro, y con eso te arruinan el espectáculo, es porque ese film o esa literatura tampoco valían gran cosa. Es decir que todo valor es relativo. Y también lo es el de la previsibilidad.
En un avión, por ejemplo: ¿qué más puede pedirse que previsibilidad en cuanto a la resistencia de los materiales que lo constituyen? Lo mismo vale para un volcán aparentemente inactivo, o para el pronóstico del clima si uno quiere lavar el auto o hacer un asado.
¿Y de una persona? ¿Qué sería deseable, en este sentido? La pregunta es pertinente, porque son las personas las que construyen aviones, escriben canciones y hacen películas. Y yo creo que es bueno que una persona sea capaz de sorprenderte cada tanto. Pero no que sea imprevisible.
Vos sos, en cierto sentido, la excepción que justifica la regla. Absolutamente imprevisible, al menos ante mis ojos, excepto para cuando de llevar a Nina a tu casa se trató, y en un par de ocasiones más, eso no ha logrado hasta el momento espantarme del todo.
Tal vez sea que sólo en un par de cosas no sos imprevisible. Y acaso se trate de un par de cosas importantes. No lo sé a ciencia cierta. Pero qué importa. ¿O sí?
Prefiero volver a mirar las fotos de París. No sé qué pasa con los correntinos, pero Corrientes me resulta hostil. Tal vez algún recuerdo...
En una oportunidad, para la fecha de la Virgen de Itatí, a la altura de Ituzaingo sentí que el auto explotaba. En la noche, una curva, cierto encandilamiento, nos abrimos demasiado a 130 por hora. Y una explosión; nos rozamos con el camión que iba en la mano contraria y reventó el vidrio de la puerta. Mi amiga, que conducía, se llenó de astillas pero salió lentamente de la ruta, con una inesperada seguridad. Y luego pareció desesperarse, recién luego de que estuviéramos a salvo. La admiré por eso. La mujer del camión la roció con agua bendita para que retornara la paz. Y llegamos a la ciudad de Corrientes y nos esperaban con un dorado a la parrilla que estaba un poco crudo. Recuerdo ese Corrientes, como si los hermosos recuerdos de Yapeyú no pudieran entrar en mi memoria asociados con Corrientes.
Es el colmo de la censura.
Que el propio autor suprima su entrada.
g.
Nos vimos apenas tres veces:
la primera nos amamos,
la segunda te besé,
la tercera nos dijimos adiós.
Así también es la vida,
tan imprevisible
y en ocasiones bella.
De vez en cuando nos sonríe
pero también nos hace sufrir.
Gerd Albrecht Sousa
(la traducción es mía)
g.
El comentarista ha eliminado esta entrada antes de escribirla, para ahorrarle el trabajo al administrador del blog.
El censor no admite la censura del autor sin autorización del comentarista, ni la censura del comentario sin el previo aviso al censor. Esto está estipulado en el reglamento de desaparición de las palabras indebidas o superfluas. Nunca en el pronunciamiento de los nombres propios, aunque estos se desvanecieran; como el caso de Carolina, Caro, C., que puede desvanecerse, evanescerse, esfumarse, censurar y censurarse, pero no desaparecer, porque los amigos del barrio, esta vez, no van a desaparecer, para que podamos los demás decir cosas inteligentes, pasajeras, o pavadas (como esta)
en este momento no estoy. Estoy evanescida, porque queda paquete
Lo parió... Los cosos que escribí yo, entrarán dentro del rubro pavadas o pasajeros?...
g.
(Bueno, Germán, en realidad, no vaya a ser cosa que me desesvanezca...)
qué mal, germán! vos no escribís "cosos", escribís comments; ok? (no seas un pasajero de esos cuyos cosos inteligentes parecen pavadas)
hi there!
a ver. me encanta como esto se fue al carajo.
cyn. el chichón ya se fue. pero hubo.
j. corrientes tiene (mal) payé.
g. lindo lo de sousa.
Post data ni más ni fuera de lugar que todo lo demás que se ha escrito aquí excepto aquello que:
1) Jorge, te agradezco, pero debo decirte que jamás hubiese esperado de vos la palabra "comments". (!!!)
Y que no soy un pasajero de esos cuyos cosos inteligentes parecen pavadas, sino uno de esos cosos cuyas pavadas parecen inteligentes (pero es sólo un efecto pasajero).
Y 2) Caro: Me gusta cuando decís "Carajo". Te queda realmente precioso. (Pero me puse celoso de Sousa.)
Esto de comunicarnos en el carajo de los COMMENTS me parece increíble (*). Inevitablemente, y pese al tiempo, entrar en tomateuntere significa (para mí) la necesidad de entrar a cada "entrada" y recorrerla para saber si continúa el diálogo, y cómo; siempre imprevisible.
Qué magia esta donde el carajo se desenvuelve en el delgado límite entre la sensatez y la insignificancia, pero siempre cercano a la desmesura. Me gusta, Caro!!
(*) G: digo "comment" como alguien que imita sonidos y signos. Quedaría mal decir "hybris".
Hybris de j.:
frecuentemente la ansiedad al entrar en los comments está hecha de la expectativa por tener eso inapreciable: un comment de C. a mi comment. Debo ser sincero, sin desmerecer ni a G. ni a Cyn (o Z.).
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