martes, marzo 06, 2007

empezaron las clases. pegado a este edificio hay una escuela. francisco de vitoria. en ese espacio entrarían 2 o 3 edificios. y yo no se qué prefiero: si unmontóndevecinos o esos niños anónimos. hay mucho tránsito en el momento de carga y descarga. me resulta triste ver tanta cantidad de padres esperando, hastiados. algunos charlan entre ellos, en pequeñas rondas. probablemente les arreglen visitas para las tardes o se pasen consejos de revistas. nosotros ibamos/volviamos sueltos a la escuela, recuerdo. y teníamos mochilas al hombro y no esas valijotas con ruedas de ahora. qué feas.

5 comentarios:

sulkoa dijo...

queremos informaciòn sobre tu ìdola, no seas malita caro.

Anónimo dijo...

viste que el comienzo del ciclo lectivo tiene esa cosa tan aplastante, es taaan masivo e institucional!

Anónimo dijo...

perdón, llegué hasta acá buscando el blog de marina mariasch.

Anónimo dijo...

una escuela es terrible. pero también dos o tres edificios. y ni te cuento un shopping. o un terreno baldío. lo mejor son los barrios de casas bajas y pinterescas, pero esos están en vías de extinción.

odio las conglomeraciones de escuela. odio tener que ser cada tanto parte de ellas. por eso siempre me mantengo al margen, cordial pero distante.

pero lo más terrible de todo es que ya NO SE PUEDE dejar que los hijos vayan y vengan solos. de ninguna parte. qué ha sucedido de un tiempo a esta parte?

por lo demás yo soy de la época del (horrible) portafolios. pero tampoco en esto hay soluciones: es igual de espantosa la mochila de hombros, con sufrientes espaldas encorvadas, y la mochila-changuito con su horrendo estrépito rodante. me temo que el problema reside en que los maestros han olvidado que el verdadero conocimiento no ocupa lugar. el resto es parafernalia.

c. dijo...

me encantan los pintErescos portafolios!

(y el sintagma "estrépido rodante")