sábado, abril 21, 2007

y me despedí en la esquina y me quedé sola en la tarde más triste del mundo. dónde almorzar y fah!, sentarme en esa misma mesa donde nos sentamos y recordar todo al detalle, qué mierda...
cruzarme después al mullido sillón del café lindo de la esquina a tomar café y leer la violencia en el fútbol y el aguante de la hinchada de Cole. siempre la lluvia.
después el 24. y recordar todas las mañanas que volví en el 24 a casa sin saber del todo qué había hecho, sin saber qué estaba haciendo. y de golpe regimiento de patricios y me bajé, puta, me bajé mal. la lluvia que duele y el viento en las veredas escalonadas. vecinos que estarán durmiendo la siesta, cogiendo o mirando tele, pero que no están afuera, no no no.
estoy sola pensando en gente que todavía no conozco y que voy a encontrar en minutos. un trabajo de campo en la urbanidad más plena. mal augurio, un día como hoy.
el cielo encapotado y estoy en la vereda, mojada, tiritando, con ganas de estar en casa, pero a metros de otro mundo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

qué bello, Caro. sólo eso
j.

Anónimo dijo...

... y también, tal vez, las lágrimas pensadas se niegan a brotar; quizás hoy
j.