miércoles, julio 18, 2007

act.!
hoy fue la esterilización de nina. yo estaba mucho más nerviosa que ella. bah, porque ella no sabía (aunque le había dicho desde que tenemos el turno). fuimos caminando hasta la veterinaria. todo el proceso no duró más de una hora. se puso medio nerviosa cuando le metieron la vía y eso. casi me desmayé cuando ella se puso en off con la anestesia bendita. la sala de cirugía es vidriada y se puede ver todo. yo oscilaba entre mirar y charlar con los demás de la sala de espera. un universo bizarro: una mujer argumentaba que los perros rottweiler serían neutros y la calificación de perro malo/ perro bueno estaría dada por la educación impartida, otra señora citó a san martín con la cita más inverosímil de todos los tiempos y así. (creo que si ponés una cámara fija ahí tenés una película bastante divertida). todo esto en media hora. la sacan de la sala en camilla. la lengüita afuera, pobre. esperé arriba otros quince minutos. la bajaron con la camilla en ascensor. abajo esperé a mariano que nos buscó. la subí en brazos, todavía medio dormida, a casa. puse jacques loussiers tocando satie. es una música maravillosa, capaz de sanar. ahora pasaron algunas horas. en el medio salió de la anestesia con ese efecto alucinógeno del que me hablaron, es decir, medio lloriqueando y andá saber qué cosas flasheó. me levanté unas 20 veces de la silla para susurrarle cosas de paz y para acariciarla detrás de las orejas. si algo ejercito desde que nina está por acá es la paciencia. ahora prueba pararse y caminar. y se acuesta en seguida porque se cansa o algo. tiene puesto un simpático chaleco (tipo camisón más bien, pero que se ata en el lomo) blanco, de algodón. cosas del mundo veterinario moderno urbano. todavía no le vi la herida. pero ay!. me acordé de cuando colaboramos - fer y yo- con el veterinario para operar a mi perro ferox. qué impresión todo. a ese veterinario que le salvó muchas vidas a mi perro nadie lo quiere mucho en el pueblo porque, dicen, trata a las mascotas como a las vacas. yo creo que son distintas concepciones de la vida y la muerte. pero claro, ahora llegó al pueblo un vet. jovencito que trata a los animalitos como personas, como es la tendencia acá, por ejemplo. yo, me parece, todavía vivo en la contradicción campo-ciudad.

3 comentarios:

Flor dijo...

Los veterinarios de animales grandes son lo más.

Los animales de animales chicos (lease mascotas domésticas) a veces me exasperan.

Anónimo dijo...

(hago un breve paréntesis en un día cargadísimo de laburo, para darle un beso a quien le susurra palabras de cariño a mi amiga nina... y que esté bien!!)

c. dijo...

ay que fiaca
tengo que corregir el txt de pé a pá.