miércoles, noviembre 28, 2007

el domingo el velador de la mesa de luz, el mismo que pateó a nina en dos oportunidades, hizo shuhihshshuuu y no anduvo más. cables derretidos, ajá. esa misma noche, armada de tijeras y cinta aisladora, el primer intento: pelar cables y volver a unir. nada. la ficha clueca. el lunes esto no me va a vencer, no no. a la noche seguí intentando. cambié el orden en la unión de los cables. ilógico pero. nada. consideré abandonarlo y comprar otro. ¡pero si es el que me regalaron k y k cuando cumplí 15!. imposible. ayer lo miré de reojo pero no hice a tiempo para otro intento. sí, ya sé, ayer dormí 4 horitas de siesta. hoy desarmé la ficha. probé y nuevamente nada. bajo a la ferretería. dame un enchufe no sellado, una ficha y metro y medio de cable cristal, por favor. 5,60. gracias. cualquier cosa vení después de las 6.30 que está el hombre de la casa, sonríe, cómplice, la mujer del ferretero, después de halagar a la perris. (todo tan obvio). subí decidida: esta empresa o la fabricación de fosgeno están al mismo nivel. pelé acá, allá, retorcí un poco y voilà: ¡funciona!. vuelvo a tener velador para terminar de leer, en el confort que sólo una cama puede propiciar, los lanzallamas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

qué electricista!! me alegra por vos (pero también por Nina)

Anónimo dijo...

...a un tomacorriente llegan un positivo y un negativo, por supuesto. pero en el caso de un interruptor, en cambio, debe llegar a la lamparita un negativo y salir un cable de retorno. y al interruptor correspondiente llegan el positivo y el retorno...

(sí, y también hoy jugué al electricista. puntos en combinación, lo dejamos para la clase que viene...)

Laura dijo...

Epa, epa, que nos abrimos la pyme!
Felicitaciones por haber atravesado las barreras de la electricidad: yo le tengo tanto miedo que la más mínima patadita me alcanza para prenderme una vela para todo el año.