En fsoc-uba hay muchas listas. Una de ellas es una importante (por sus números, quizás) lista de correos. Ahí pasan muchas cosas.
El otro día:
"Estimados: como alumno "avanzado" de esta Honorable Casa de Estudios, considero que nuestra Facultad no debería oficiar de nexo para ofrecer trabajos con tan malas condiciones de contratación. Lo único que se logra así, es desvalorizar nuestra carrera y nuestros esfuerzos. Por el contrario, creo que la Facultad debe promover y difundir trabajos de calidad, excelencia y niveles salariales acordes al de un "estudiante universitario avanzado".
Atentamente,"
Y responde el poeta:
"no se puede más que estar de acuerdo con las malas condiciones laborales que se aducen -con su crítica en acto, claro-, ahora, ¿qué es lo que aflora en esta indignación estamental? nótese, por más comillas que se le agreguen, se exige sea reconocido el valor depositado, nuestro mérito; carrera y esfuerzos, costo de ser lo que finalmente logramos ser: más que alguien, propietarios de la palabra apropiada, del lenguaje que separa; por supuesto, dirán uds. que quién se cree que es éste que livianamente interpreta lo que no hace más que a una violencia mucho más impersonal, que es la de los flujos veloces, los tiempos que corren, mas, la flexibilización laboral, la precariedad generalizada de la vida tiene condiciones, un fondo de relaciones que se anudan, del que nos tensamos; ¿no somos nosotras/os quienes, exigiendo nuestro lugar conquistado a fuerza de trabajo afirmamos implícitamente que hemos acreditado un valor que se separa de una textura aplanada, menos porosa de saberes menores, por no decir minorizados? digo que nosotras/os en nuestro esgrimir la chapa de las certificaciones ponemos a andar una máquina mucho más imperceptible, la del racismo de las inteligencias: ¿o acaso no ven que podemos más? ¡oigan! ¡miren cuánto esfuerzo hemos empleado en éste oficio de estudiante!
esto es, ¿cómo se piensa desde la separación si lo que se persigue es la interrupción del fondo de máquinas que resuenan y que hemos de llamar postfordismo, pero que se nos muestra en la precariedad de la vida? la honorable casa de estudios debería ser un poco menos soberbia, soberana, no para aceptar cristianamente lo que hay, sino para envolverse en el plano del que se tironea, arrancarse a la servidumbre, en todos sus modos de apariencia, también el de las inteligencias, del despojo de lo que cualquiera puede, si es que no se percibe desde la separación generalizada; ah, nada hay que pedirle a ninguna autoridad acerca de ésto, todo lo contrario, desorganizarse del lugar de hablado por nuestros patrones es la consigna
afectuosamente,
el estudiante eterno erdosain"
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