viernes, agosto 12, 2011

tristísimas conversaciones oídas al pasar para terminar el jueves

1.
Madre e hijo (unos 4 años). Madre fumadora, fuma.
- ¿Y cómo hacés para no quemarte los dedos?
- Así.

2.
Dos cuaren-cincuentones se encuentran en el subte, aparentemente después de mucho tiempo. Uno a cada lado mío, así que escucho todo, involuntariamente. Uno entusiasta, uno un poco avergonzado.
- ey, che, cómo andás, tanto tiempo. Me enteré que expusiste en el Reina Sofia, felicitaciones, che!
- sí, muchas gracias.
- y ahora de dónde venís, de dar clases?
- sí, sí.
- en el IUNA?
- sí. Y vos?
- este es mi pibe (acaricia la cabeza de un niño, unos 8, sentado). Y mirá vos, estoy laburando en una agencia de seguridad. Pero re bien, eh.

tristeza de comentario! la conversación siguió su curso: que si seguís viendo a los demás, y bla.  pero lo jugoso fue eso.
















1 comentario:

Ariel Gulluni dijo...

el entusiasta era el de seguridad, no?