jueves, noviembre 09, 2006

Es un pensamiento de hace ya tiempo: la fragmentación de la lectura en la universidad. En este momento estoy leyendo 3 capítulos de Vigilar y Castigar, 3 cosas distintas de Agamben, 4 o 5 de Fenomenología de la percepción y así. Y esto sumado a la lectura desde fotocopias y no desde los libros mismos. No por una sacralización de libro, claro, sino porque es realmente otra experiencia. Fotocopias fragmentadas. Esto lleva, decíamos con Marina, a que salgamos de la Uni sin saber citar correctamente. Esto lleva, decíamos con Jorge, a no tener por importante año de publicación, editorial y demás (para - con) texto.
Entonces, esta vez, hice a la inversa. La idea era leer En la colonia penitenciaria, de F. Kafka. Y compré el Relatos Completos (Losada). Y estoy feliz. Buenas Noches.

10 comentarios:

Toro dijo...

Estoy en un 93% (?) de acuerdo con vos. Nunca me gustaron, ni me van a gustar, las fotocopias. Amén de que se me torna imposible leer cada libro completo (porque si no las cursadas serían eternas, y su bagaje demasiado extenso), siempre trato de comprar libros, y leerlos aunque sea una vez terminada la materia. Claro está, siempre se puede "seleccionar" el texto/autor que nos gusta/motiva más y comprarlo completo. Pero aunque prefiero las materias que te dan libros enteros, reconozco lo "acotadas" que podrían ser llegado el caso de focalizarlas en menos autores.

Lo bueno sería una carrera de 10 años, en la que cada materia pudiera extenderse más, o en la que hubiera más materias, con menor diversidad, pero más contenido (por autor). Lógicamente eso es algo que solo yo concibo por mi amor a la lectura y a la instrucción propia. Pero la gran mayoría me lincharía por esto! :P

Btw...me anoté en TEA, el año que viene probablemente se acabe mi poco tiempo libre, así que veámonos antes de que sea tarde (?)

c. dijo...

Esta mañana leí el capítulo 5 (Biopoder) de El hombre postorgánico, de Paula Sibilia. Y yo qué digo, eh? "Qué bueno el cap. 5 de ...". No voy a ser tan agrandada de opinar sobre the whole book.

Me hace acordar a cuando comentábamos con Ralph - tan en boga están los Hörbuch (libros leídos y grabados en cd, pero no sólo cuentos, sino management, autoayuda, para ser escuchads mientras se conduce)en Alemania, al menos- qué dice esta gente? "Estoy escuchando La insoportable levedad del ser, está bueno". ???. Se puede decir algo así?

No se si las carreras deberían durar 10 años (Comunicación tiene ese promedio igual). Quizás estaría bueno tener la posibilidad de ser estudiantes a tiempo completo.

Un beso y dale, que se acaba el mundo.

Anónimo dijo...

¿Ya se acaba? ¿Cuándo, que no me avisaron?

(Esto es lo malo: la verdad es que sí, que se acaba, para cada uno de nosotros, algún día, pero nunca te avisan cuando, ni cómo.)

Caro: Hay veces en que no está claro, en esto de los post y los blogs y los nicks y toda esta jerga nueva y necesaria, en que uno no sabe dónde colgar unas líneas. Y encima ha quedado uno un poco paranoico, porque claro, se comprendió que a veces se espera una respuesta. ¿Pero si el otro no la ve, porque estaba justo mirando para el otro lado y no para donde estaba uno, haciendo gestos?... Estas cosas suelen pasar.

Entonces qué hago. Bien, sombreo, copio y pego, de mi blog al tuyo, mejor que sobbre y no que flte, decía... ¿quién decía? Noimporta, que podría inventar un personaje que lo dijera, pero son las seis de la mañana y eso no viene al caso. Vamos por partes: por una parte copio y pego:
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Hola, Caro. Muchisisísimas gracias por los CDs. Sos la pauta viviente de que uno no ha hecho TAAAN MAL las cosas como docente. Dios te guarde por eso, entre otras cosas. En cuanto aterrice voy a escucharlos con detenimiento. Por ahora no puedo, porque tengo que comentar el último oratorio de Sir Paul McCartney y lo tengo puesto en repetición hasta que se me ocurra algo bueno para escribir al respecto. Luego siguen varios Mozart y un Tchaikovsky. Lo de Maquiavelo, sí, presumo que fue una técnica maquiavélica. Eso de pasar desapercibido para influir desde la oscuridad, viste? Veré de corregirlo, gracias.

(Pensar que fuiste vos la que me enseñaste lo que era un blog, cuando yo creía que eran un montón de hojitas, una arriba de otra, pegadas todas por uno de sus bordes...)
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Y retomando ahora el hilo de mi interrumpido discurso, te digo que gracias. Y que qué lástima que no pudiste pasar vos, así te saludaba, que siempre es grato, aunque no sean más que unos segundos.

¿Y qué más? ¡Ah!, que yo más que a las fotocopias (¿necesito aclararte que me gustan más los libros enteros, igual que a vos?) le tengo miedo a los resúmenes, y siempre me acuerdo de eso que Bradbury propone en Farenheit, versiones reducidas de Tolstoi, ponele, nada más que para lucirse en sociedad. ¿Nunca te preguntaste, frente a una de esas mesas de ofertas que hay en algunas librerías del centro, cómo es posible que logren poner ciertas obras que, te consta, son más bien importantes, por no decir extensas, en ediciones de bolsillo tan prácticas pero al mismo tiempo tan sospechosamente breves? No pasa sólo por un papel de mejor calidad, una mejor textura, una mejor impresión... Hay veces -lo he podido comprobar fehacientemente- que no sólo el tamaño del libro es lo que se reduce, sino también el contenido.

¡Hay!... Debo seguir escribiendo sobre otras cosas. Me despido, por ahora. Y perdón por esta lata matutina.

c. dijo...

Germán: todavía hay changüí (de mundo), corazón.

Y yo, curiosa como confesé, me preguntaba si lo que hacías hasta el amanecer era eso del oratorio de Sir Paul McCartney u otra cosa.

Y sí, son sospechosas muchas ediciones. También por las traducciones. En algunos casos es mejor comparar/averiguar un poquito antes de lanzarse a la compra.

Y ahora: que yo soy la pauta viviente de algo? que yo te enseñé acerca del blog?
Mmmm... no me lo creo. Pero igual, un gracias sonrojado.

Germán A. Serain dijo...

Te debía, te debía... Acá estoy.
.....
Primero fue Marisa Monte. Luego, de otro lado pero del mismo lugar, vinieron María Rita y Adriana Calcanhotto. Algo tiene la lengua portuguesa que me resulta tan atractiva. Voy a pedirle a mi mujer que vaya a tomar clases de portugués, a ver qué pasa.

Tengo que confesar algo: todavía no logro identificar las voces de estas tres damas, diferenciarlas una de la otra. Pero debe ser porque en estos días estuve escuchando demasiada música, en un cóctel explosivo, que mezcló oratorios de un ex-beatle con música grounge, dos conciertos para arpa del clasicismo con The Open Door de Evanescence, las Variaciones Rococó de Tchaikovsky y mi hija poniendo a todo lo que da la música de High Scool Musical. También obras académicas contemporáneas para piano y electronics. Y música brasilera, por supuesto.

Pero está bueno. Aunque el resultado es que la cabeza reconozca primero "Bossa Nova", por contraste con todos los otros materiales, y todavía se resista a distinguir entre una voz y la otra. A primera vista me pareció que el disco de Adriana es el más parejo. No me gustó tanto María Rita cantando en castellano, pero claro, es que rompió en mi la ilusión seductora del dulzor portugués, ese que me había atraído tanto a ella. Igual todo es relativo: pocas cosas me han molestado tanto como escuchar a Caetano leer un poema de Borges. Cada lugar en su cosa, y en cada cosa su lugar... Y con respecto a Marisa Monte, a quien no sé si habrás tenido ocasión de escuchar, es tal vez la más despareja, pero en las canciones en que me tocó, fue sin duda la que más logró emocionarme. (Tenés que escuchar Villarino, si es que todavía no lo has hecho.)

Volviendo al tema de las fotocopias, ¿puede hacerse un paralelo con el tema de los discos copiados? ¡Ay, el tema del copyright! A mi se me hace un poco difícil concebir lo del robo de música por fuera del plagio. Digo, porque se puede robar un auto, y entonces el que lo usa es el ladrón, y el dueño ya no lo usa más... Pero robar una idea me parece diferente, porque de hecho podemos muchos manejar esa misma idea, y el que la tenga yo no significa que vos debas dejar de tenerla, etcétera. Pero claro, como yo soy miembro del Comité de voto de los Premios Gardel, no puedo declararme abiertamente en favor de la copia ilegal de discos. Pero digo que JAMAS he copiado un disco (para vender o lucrar con él). ¿Fotocopia? ¡Claro que prefiero siempre un disco original a una copia! Pero no siempre se puede, y entonces de nuevo el debate sobre las ideas. ¿Cuánto debe costar un disco? ¿Cuánto un libro, más allá de los obvios costos de impresión?

Ya me estoy pasando de líneas. (Un blog no es un libro, germán, ni una revista tampoco. No podés ponerte a escribir así, sin más...) Pero es que me piden una opinión y me da cosa escribir algo así como "bonito, muy bonito". El resto es la verborragia de quien le teme al silencio, por andá a saber qué clase de connotaciones.

P.S.: ¿Cómo es eso de que, curiosa, te preguntabas si lo que yo hacía hasta el amanecer era eso del oratorio de Sir Paul McCartney u otra cosa? Notentendí.

c. dijo...

Esperá que me reponga de algunas sorpresas y respondo.

Anónimo dijo...

Ok. Me quedo esperando.

Anónimo dijo...

???...

Anónimo dijo...

sorpresas primerparrifísticas, honey.

Anónimo dijo...

Mmmm... No estoy seguro de cómo deba tomar tu comentario. ¿Cómo dirías vos que debo tomarlo?...

(Porque como decís vos, hay cosas y cosas para decir por blog, te convoco a responder por mail.)