miércoles, noviembre 01, 2006

tema: mi jardín en el balcón


Compulsiva me vuelvo en el Vivero Mario. Cuando estoy ahí siento que me quiero quedar a vivir. O que la gente que trabaja ahí es más feliz. Y fui por una planta de lavanda y algo de tierra y volví a casa, además, con una flor de azúcar (begonia) roja-naranja y una violeta africana violeta intenso. Entonces transplanté la alegría del hogar y la lazo de novia de la ventanita de la cocina y cambié macetas y puse tierra nueva y queseyoquemás. Este año sí que me ocupé del balcón. Quizás yo también soy jardinera de mis dilemas...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

A veces se me da por pensar lo mismo (que son más felices que uno, digo, por el hecho de estar todo el día allí) de la gente que trabaja en una disquería. O en una librería. Y a veces en una casa de helados. Después me acuerdo de dos compañeros de mi escuela, hermanos mellizos, ellos: el padre tenía una fábrica de chocolates. ¿No es el sueño dorado de cualquier chico? Sin embargo, a ninguno de los dos le gustaban los chocolates, tan hartados estaban.

Igual creo que trabajar con plantas te tiene que dar una dosis de tranquilidad que el cajero de un banco no tiene. Y que para trabajar con libros o con música, te tiene que gustar la cosa. De lo contrario mejor será trabajar de cajero.

Post Scriptum: Es alusión a mi persona tu anotación anterior? Me parece que no, pero como justo tres CDs tuyos... Igual creo que no te debo respuestas. O sí?...

c. dijo...

deudas o no, acá vuelvo a estar. Un beso, buenas noches.

Anónimo dijo...

Gracias por tu beso. He aquí otro para tí. Me dejaste con la duda, de todas formas...

c. dijo...

Es un halago. Te veo el jueves.