miércoles, diciembre 12, 2007
hace algunas semanas le pido a un amigo el logo de la revista. me responde que lo obligué, con eso de revisar backup viejo, a una oleada de nostalgia. hace menos días otro amigo regala su escritorio antiguo pero antes revisa los cajones repletos de papeles. parte del pasado encima, de sopetón, porque él ni sospechaba que todo eso estaba almacenado ahí. y ayer yo, en esto de hallarle un espacio a mis nuevos elementos (capricho, capitel, plegadera, escuadra, cola, engrudo y más), decidí desactivar de una buena vez el archivo - nunca del todo sistematizado y por eso mismo inservible - de mi pretendida vocación de periodista. así, vi pasar tapas, notas, editoriales y entrevistas que aglomeraban desde el 11-s pasando por las asambleas barriales y la masacre de avellaneda. 1 cajón liberado. 3 bolsas de consorcio llenas. se las di a la otra cara de la realidad nacional: el cartonero.